sábado, 17 de diciembre de 2011

El paso del tiempo

"No tengo tiempo", esto es lo que dicen muchas de las personas que conozco... y acto seguido empiezan a correr; bueno, todos no, algunos no corren, algunos se quedan sentados mirando al suelo y lamentándose de su mala suerte. Yo también lo decía, cuando tenía 18 y 19 y 20 o más años... "No tengo suficiente tiempo y ojalá el día durara 25 horas!" decía... y entonces salía corriendo y después me quejaba... como todos. Ahora ya no me quejo sobre el tiempo; hace 4 días cumplí 45 años y, aunque cada día tengo menos tiempo, ya no salgo corriendo ni me lamento sobre esto. Decidí hace algún tiempo "hacer" en lugar de "correr": toco la guitarra eléctrica 4 o 5 veces a la semana, escucho la música que me apetece y cambio de emisora cuando no me gusta lo que escucho, digo "no" cuando estoy en desacuerdo con alguien, bebo vino si me apetece aunque todos en la mesa me digan que debo beber cerveza, salgo a correr porque -mientras las piernas me respondan- quiero hacerlo. A veces pienso que he perdido el miedo a perder el tiempo, he perdido el miedo a no tenerlo: darse cuenta que el tiempo no se tiene es un paso necesario para vivir en el tiempo plenamente. Ayer escribí esto en un papel 20 minutos después que finalizara "El curioso caso de Benjamin Button"; ahora lo acabo de colgar. Mañana... ya veremos qué haré...

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