jueves, 30 de enero de 2020

¡Dame reconocimiento!



¿A quién no le gusta que le den reconocimiento?


A mi... ¡me encanta!

¿Y a ti?

No te mientas... a ti también... aunque sólo sea un poquito... o "un muchito"...

Tod@s buscamos reconocimiento... y no se trata de una cuestión de orgullo o de eogismo: es una necesidad del ser humano para desarrollarse como individuo desde las etapas más tempranas, desde la infancia.

Recibir reconocimiento quiere decir que significas algo para alguien... 

La pregunta es... ¿para quién significas algo?


Opción 1. Significo algo para los que me rodean


Las madres y padres dicen "Mira que niña más guapa que tengo" mientras enseñan a sus amig@s una foto de su hija de 4 años; algunos hermanos y hermanas se dicen "Mi hermano es lo mejor del mundo"; durante un tiempo los miembros de una pareja se dicen el uno al otro "Eres lo mejor que me ha pasado".

Todo esto es reconocimiento externo: alguien a tu alrededor se da cuenta de que estás ahí y te describe con sus palabras... en este caso cargadas de positividad, afortunadamente. Este es el reconocimiento positivo.

Del reconocimiento externo ya nos habló Maslow en su famosa pirámide que no voy a tratar aquí para no alargarnos y que me parece una aproximación interesante a este tema:


Junto a ese reconocimiento positivo hay otra opción denominada reconocimiento negativo el cual, aplicado a las 3 situaciones anteriores, podría tomar la forma de las siguientes oraciones:
  • "Mira que niña más fera que tengo"
  • "Mi hermano es lo peor del mundo"
  • "Eres lo peor que me ha pasado".

Algun@s diréis que esto no es reconocimiento, que es un ataque en toda regla; si éste ha sido tu pensamiento quizás deberías observar estas oraciones cumplen con las 2 condiciones que utilizamos para describir este concepto y que por tanto sí es reconocimiento:
  • alguien a tu alrededor se ha dado cuenta de que estás ahí (y no le gustas)
  • alguien a tu alrededor te describe con sus palabras (que son negativas)

Hay aún una tercera opción de reconocimiento externo, más neutra, más objetiva, más estable, menos personalista, que pone el foco en el que lo recibe y no en quien lo da... y le llamamos feedback objetivo.

En el ámbito laboral el feedback objetivo es un regalo del/la manager a su colaborador@  cumpliendo con una de sus tareas más importantes: ayudar a su colaborador@ a tomar conciencia de qué hace y qué consecuencias tiene ese comportamiento en su rendimiento.

Opción 2. Significo algo para mi

Al margen de lo que opinen los demás sobre mi hay otra voz que lanza sus opiniones sobre la persona: yo mism@.

Este conjunto de pensamientos, interpretaciones, expectativas y autodiálogo interno se denomina "contenido cognitivo’ y adquiere una importancia primordial en la configuración de nuestra autoimagen.

Para algunas personas esta voz es implacable, mortífera o arrolladora y esta cargada de reproches, acusaciones y valoraciones negativas: eres tu mism@ destruyendo tu autoestima ; para otras personas esta voz es ensalzadora, elevadora y emborrachadora: eres tu mism@ diciéndote todo lo bueno que haces y eres.

Para un tercer tipo de personas, esta voz les explica de forma objetiva quiénes somos, sin valorar si lo que somos y lo que hacemos es bueno o malo: este discurso interno describe sin opinar, algo realmente difícil para la mayoría de las personas.

En el ámbito laboral el discurso interno está presente en todo momento: por ejemplo, cuando un@ manager me pide que haga algo y también cuando no me lo pide, cuando un@ compañer@ se excede en sus funciones ocupando mi espacio de competencia o se inhibe de hacer algo que le correspondería, etc. Nuestra mene no se está quieta ni cuando dormimos y con este diálogo silencioso pero impactante nuestra mentre quiere darnos significado.




¿Reconocimiento o dinero?

Llevo un rato hablando del reconocimiento como si fuera lo más importante del mundo y quizás estés pensando en aquellas personas que te rodean que dicen con voz de trueno: 



Yo he escuchado frases como ésta, tú las has escuchado y hasta es probable que ambos lo hayamos dicho o pensado en algun momento; sin embargo, si reflexiona un poco observarás que es absolutamente extrema y que pretende elevar a categoría universal algo que ni tan sólo podemos demostrar a pequeño nivel.

En las empresas de 2020 podemos encontrar individuos de 5 generaciones -Baby Boomers, generación X, generación Y, generación Z y generación T- y, aunque ciertamente sus valores y estilos de vida son diferentes, a todos les une la necesidad de recibir reconocimiento, algunos sin duda en forma de dinero... pero no todos. Y hay datos que lo demuestran.

Uno de estudios más interesantes que conozco sobre sobre la relación existente entre reconocimiento y dinero lo realizó Make Their Day y sirvió para descubrir que el 70% de los empleados encuestados consideraba que el reconocimiento de mayor significación para ellos NO tenía que ver con dinero.


Esta es una gran noticia para los managers que no pueden aumentar las nóminas de sus colaboradores pero sí darles reconocimiento; si este es tu propósito, los autores del estudio afirman que el reconocimiento que impacta debe incluir como mínimo 1 de estos 4 elementos: alabanzas/elogios, agradecimiento, sentido de la oportunidad y muestra de respeto. Si en tu acto de reconocimiento no cumples con esta regla no estás dando reconocimiento sino un incentivo, un premio, un regalo o una conmemoración.
Llegó el momento de escoger: o le das crédito al vox populi sobre la importancia del dinero o te planteas un estilo de gestión del equipo basado en el reconocimiento en sus múltiples formas.

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Si te gustó este artículo y quieres saber más sobre el estudio que he comentado escríbeme en avalero@successmind.es y compartiremos aprendizajes.

¡Gracias por haberme dedicado tu tiempo!